LECTURAS - Flipbook - Page 80
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Escribir es desnudar:
Alexander Solzhenitzyn
En estos tiempos en los que Google reemplaza y cierra bibliotecas,
el WhatsApp ocupa el lugar de la palabra íntima y personal, y
el Waze sustituye a la memoria tornando superfluo cualquier mapa o
diccionario, se antoja inútil 3 casi demente 3 recordar aquí el hacer de un
personaje que se atrevió a enhebrar íntimas reflexiones.
Observación que 3 confieso 3 gravita por mi irresistible capricho para
comentar las travesías y los aciertos de no pocos personajes que se
atrevieron a esculpir páginas con relatos y reflexiones.
Me pregunto: ¿alguna razón justifica o excusa este empeño? ¿Por qué y
para qué encarar páginas de un escritor? ¿Es una vanidosa y narcisista
actitud que a muy pocos interesa? ¿Y para qué y por qué continuar en una
tarea que a veces se antoja ingrata y estéril? Y por fin, ¿llegó el momento
de renunciar?
Desafiando estas interrogantes recordaré las páginas del ruso Alexander
Solzhenitzyn, un personaje que escribió y publicó en circunstancias apenas
favorables.
Física y matemáticas fueron su temprano amor. Sin tener libertad alguna
para copular con las frases- sufrió el Gulag casi veinte años, y, después, por
igual periodo el destierro- se aisló en una pequeña aldea norteamericana.
Escribió entonces lo que muy pocos 3 particularmente en su tierra de
origen- habrían querido saber.
Aludo a páginas del Archipiélago Gulag, Un día en la vida de Iván
Demisovich,y El Pabellón del cáncer.