LECTURAS - Flipbook - Page 7
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La deuda con estudiosos como Yeremiyahu Yovel y Joseph Kaplan es
impagable. Los últimos restos del primero hoy descansan en el cementerio
secular de Nathania, Israel.
En el siglo 17 europeo las tensiones entre cristianos y judíos eran filosas y
múltiples. No sólo en términos religiosos.
Los rasgos singulares del judío 3 desde el culto religioso a las prácticas
comerciales y familiares 3 encendían conflictos, intolerancia y mutuo odio.
No pocos judíos adoptaron entonces 3 en apariencia o por convicción 3 la
dominante actitud y praxis cristianas.
La familia Spinoza abandonó España en búsqueda de otros marcos que
ofrecían razonable tolerancia.
Un tránsito que el judío conoce hasta estos días.
Baruch Spinoza nació y se formó en estos escenarios. Y desde su temprana
juventud reveló posturas adversas a las convencionales y convenientes
creencias de su tiempo.
Actitud que puso en tensión la convenida tolerancia del otro en el medio
judío.
Cuando la comunidad judía resolvió expulsar a Spinoza como medida de
autodefensa estimaron que así aseguraban el vivir judío en un medio
desigual y hostil.
Decisión que no lo condujo a una estéril marginalidad.
Sorprendió a no pocos por encontrar sostén y tolerancia en el medio
holandés que entonces bullía con la pluralidad de credos, la relativa
tolerancia política y pública, y, en particular, por las tempranas expresiones
de la revolución científica.
Entre la ubicuidad de Dios y la finita presencia humana
Reflexiones y actitudes que aparecen en su Ética con severo andar
geométrico.