LECTURAS - Flipbook - Page 36
35
Camille Claudel: el desnudo no es pecado
La biografía de Camille y de Paul Claudel publicada en 2006 por Dominique
Bona me lleva a preguntar: ¿cuál es el tema que no pocos historiadores y
sociólogos coinciden en eludir?
No es la libertad pues como concepto y práctica se conoció en la polis
griega.
Ni es la envidia que obstinadamente distanció a los hermanos Abel y Esaú.
Ni la curiosidad que abrumó a la mujer de Lot. Ni el poder sin frenos que
norma desde antiguo a no pocos regímenes.
Y mucho menos la servidumbre que con desiguales vestimentas se exhibe
en múltiples burocracias y hogares.
Es la sexualidad de la mujer que apenas merece prolijos apuntes si se
descartan los hilvanados ensueños de Eva en el jardín paradisíaco.
Camille Claudel (1864-1943) ensayó quebrar este sostenido freno a la libre
y placentera desnudez de los deseos femeninos más allá del cruel castigo
de su madre, el innoble olvido del hermano y la inexcusable desmemoria de
las generaciones.
Sucedió más de un siglo desde sus primeras páginas y siete décadas
después de la muerte cuando un museo que lleva su nombre suscita hoy
atención.
Breve historial
Joven y con hondas raíces francesas y cristianas la madre de Canille elevó
repetidas oraciones pidiendo un varón en este mundo. Pero dará luz a una
niña que odiará hasta sus últimos días.