LECTURAS - Flipbook - Page 23
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Certera anticipación.
Los textos periodísticos de Marx adoptaron desde la partida un tono crítico
y radical adverso a la clase terrateniente prusiana.
Señalaron en particular la mísera condición de los campesinos obligados a
robar la madera podrida de los bosques.
Apuntes que las autoridades habrían tolerado si Marx no hubiese incurrido
en un pecado mayor: la filosa censura al zar ruso- entonces aliado de
Prusia- y un estridente llamado a propiciar una guerra contra Moscú.
Opiniones que condujeron al cierre del periódico.
Un nuevo entorno
El joven matrimonio resolvió entonces trasladarse a Paris. Allí Marx se
reencontró con Heine, ya ampliamente celebrado por sus poemas y obras
teatrales.
Siete años (1843-1850) en esta inquieta ciudad modelaron su carácter y
sus ideas. Le interesaron en particular la teoría del valor enunciada por el
judío-inglés David Ricardo, los planteamientos sobre la explotación social
esbozados por Jean B. Fourier y Max Stirner, y, en particular, los altibajos
de la dialéctica enunciados por Hegel.
Leyó también páginas de Saint-Simon que sugieren que las relaciones
económicas tienen alta importancia y que dan lugar a conflictos entre
clases.
Ciertamente, los gobiernos procuran ignorar estos episodios, entorpecen el
cambio social y gozan del ocio, y en los tiempos modernos la iglesia y los
ejércitos comparten el poder con los banqueros y los dueños de las
industrias.
En estas circunstancias, los trabajadores urbanos constituyen una clase
ascendente que tomará parte activa en futuros cambios históricos.