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Talpiot: un creativo refugio
Con la ayuda del suegro Agnón adquirió una amplia casa en Talpiot,
suburbio jerosolimitano alejado de los principales núcleos religiosos y laicos
de la ciudad.
Esther y él contaron entonces con habitaciones privadas incluyendo a los
dos hijos. La amplia biblioteca se ubicó en el piso superior. Una estrecha
tribuna le sirvió 3habitualmente de pie3 para escribir los textos.
Esther renunció al cultivo de la cultura y el idioma árabe a fin de auxiliar al
esposo en la revisión y copia de textos, pero jamás se rindió a sus
abrumadoras exigencias.
Su hermana vivía en Hadera -ciudad alejada de Jerusalén - y hacia allí
encaminaba sus pasos cuando la situación se le tornaba intolerable.
En aquellos días fue amplia y variada la creatividad literaria de Agnón.
Dos obras que señalan tránsitos desiguales en su vida merecen particular
atención. Una es Tmol Shilshón (Ayer y antiayer) y la otra lleva el nombre de
una mujer: Shira.
Vida y muerte de Komer
La primera contiene retazos autobiográficos 3 reales y fantasiosos 3 que
Agnón enhebró conforme a las experiencias que había conocido en sus
primeros años en Palestina. Su principal personaje es Itzhak Komer, joven
ingenuo que abandona la casa de sus padres y llega a estas tierras para
redimirlas y redimirse.
En estas páginas Agnón desnuda los dilemas de un joven judío en un
espacio que tiene historia e identidad desiguales.
Itzhack busca empleo conforme al culto al trabajo físico predicado por
Aharón David Gordon. Actividad que a la sazón se estimaba ineludible para
reconstruir la identidad personal y colectiva de los judíos.
Estas páginas merecieron la atención del crítico Baruch Kurzweil y de la
escritora Lea Goldberg. Allí el escritor presenta los dilemas de una sociedad
